Cómo llegamos hasta aquí!


Cuándo decidí comenzar

Llegó el día en que había logrado todo lo que necesitaba para vivir y ahora me merecía mi premio: pintar. 


Crecí en una familia muy cariñosa y con la fortuna de tener todo el cariño y atención para mi. Del mismo modo, los sueños de mis padres me poseian y anhelaban que tuviese una carrera exitosa como profesional. Es por eso que me di la vuelta larga, primero estudié Dibujo Industrial y posterior seguí con Ingeniería en Geomensura. Cuando pude pagar completamente mi vida, me regalé mis clases de pintura y así pude llegar hasta acá.

Primera Pintura

El pollito enamorado


Había esperado mucho tiempo poder pintar sobre una tela, tenía un cuaderno con muchos recortes de obras que me gustaban y junto a mi profesor de arte, comentábamos los estilos. Mi primera tela fué el pollito enamorado, el que me acompaña hasta hoy para recordarme que los sueños se cumplen con perseverancia. Luego de ese cuadro, busqué mi propio destino, ya que no existe nada más satisfactorio que dejar que el alma hable a través del pincel.

El mensaje

Insistir, persistir y nunca desistir


Ha medida que pasa el tiempo soy una convencida que la experiencia es el mejor aliado para llegar a lograr cual sea el sueño que uno tenga. La persistencia es una especie de mantra que acompaña a todo creador, que ve en sus obras las diversas prueba-error hasta lograr la magia y ese resultado que tanto se anhela. Desistir no está en mi vocabulario, porque vine a esta vida a vivirla.